sábado, 10 de noviembre de 2007

Discurso de Margarita Carranco en acto 30.10.07 en la Flacso

FERNANDO VELASCO ABAD, SOCIÓLOGO

Me siento privilegiada al dirigirles a ustedes unas palabras, una de las cosas buenas o privilegios que tiene el gobierno local es decidir por ustedes el poner nombres a las calles parques y espacios públicos. El Concejo Metropolitano por pedido de la FLACSO decidió ponerle nombre a este parque, el de un hombre que fue un ejemplo de trasgresión en el país, una de las figuras jóvenes más importantes.

Tengo cercanía con este tema, Doña Blanca Margarita Abad de Velasco fue mi dirigenta en el Colegio Manuela Cañizares y la autora de mi primer empleo a mis 18 años como maestra del Colegio Rumipamba.

Trabajé con Rosa María Torres ex esposa de Fernando Velasco en la campaña Monseñor Leonidas Proaño, conocí a Juan Fernando Velasco Torres desde que era pequeño, ahora es un gran artista nominado a dos premios internacionales, digno hijo de este gran hombre y esta gran mujer, trabajo cerca de Margarita Velasco, su hermana, en el tema de los derechos de niños, niñas y adolescentes.

Hemos escuchado en los discursos anteriores las facetas de Fernando Velasco pero nos queda una por conocer, cuando estaba leyendo la biografía de él, el lado humano y cotidiano de su vida, consideré importante compartir con ustedes la emoción y orgullo que sentí al leer.

Nació en Quito el 27 de Abril de 1949. Hijo legítimo del profesor Ermel Velasco Mogollón y de la Profesora Blanca Margarita Abad Grijalva, natural de Chone, Manabí.

De cuatro años aprendió a leer y a escribir con su madre, a los cinco sabía las cuatro reglas y leía casi de corrido los libros de ella, también calculaba mentalmente y conocía los conceptos de medidas y el sistema métrico decimal. Entonces le aplicaron la prueba mental OTIS (Revisión Therman) y salió con un altísimo cociente intelectual.

De seis años entró a la escuela particular del Prof. Ulpiano de la Torre en la calle Santiago de la Urbanización Larrea, dio examen y lo pusieron directamente en el tercer grado, porque su padre se opuso a que fuera al cuarto que le correspondía en conocimientos, debido a su cortísima edad. En dicha escuela comenzó siendo un niño problema porque le tocó una profesora recién graduada a la que corregía constantemente; su madre, recomendó que lo llenaran de trabajos para mantenerlo siempre ocupado. Sus compañeros le apodaban “Enanito sabio” debido a sus conocimientos. De siete años aprendió a sacar la raíz cuadrada y como lo hacía mentalmente, su Prof. Tomás Rivadeneira, asombrado de tanta facilidad para el cálculo, le enseñó la raíz cúbica. En sexto grado fue nombrado presidente del grado y con tal motivo planificó y llevó a cabo exitosamente un Periódico Mural y una Mesa Redonda sobre la vida de Eloy Alfaro y tuvo que leer íntegramente La hoguera bárbara del novelista Alfredo Pareja Diezcanseco, y consultar otras obras menores. Como dato curioso vale anotar que siendo aún de corta estatura dirigió la Mesa Redonda arrodillado sobre una silla, dada la altura del escritorio. Finalmente terminó la Primaria con Medalla de Oro a los diez años.

Entonces quiso entrar al Colegio Benalcázar, pero el rector Carlos Andrade Marín, asombrado de su poca edad, le tomó personalmente los exámenes porque “ese colegio no era casa cuna”. El niño pasó exitosamente en Gramática, Ortografía y Matemáticas y al serle preguntado que era la Literatura respondió. —Es la expresión escrita de la belleza. —Porqué lo sabes? —Porque ayudo a mi mamá a CORREGIR LOS EXAMENES de sus alumnas de Castellano en el Normal Veinticuatro de Mayo. Ella me paga 20 sucres en cada ocasión. El Rector, más asombrado que nunca, solo atinó a responder: —Has entrado al Benalcázar por tu talento, y le concedió inmediatamente la correspondiente matrícula.

Durante esa etapa educacional brilló igual que en la primaria. En el cuarto curso editó una revista literaria que aunque solo salió un número dio mucho que hablar en las aulas y solo tenía trece años.

Después aprobó las pruebas de inglés y viajó a Houston en gira de tres meses de intercambio estudiantil. El 65, de solo dieciséis años, fue Bachiller en Físico-Matemáticas y recibió la Medalla de Oro.

Ya era conocido como niño prodigio y por sus excelentes notas fue exonerado del examen de ingreso en la Facultad de Economía de la Universidad Católica, donde le conocieron sus compañeros por el apodo de “El Conejo” debido a que era el estudiante más joven de la Universidad.

A principios de febrero del 66 empezó el primer curso editando el periódico mural La Escoba que causó escozor en el ambiente pacato de dicho centro de estudios, pues pedía la movilización estudiantil para crear una federación que tuviera representantes en los órganos directivos; a los pocos días figuró entre los treinta fundadores del Frente Revolucionario Universitario, primera organización política que se creó en la Universidad Católica de Quito, se afilió a la Democracia Cristiana Universitaria (1) y luchó contra la Junta Militar de Gobierno que cayó en marzo.

Tantas actividades en tan corto tiempo le hicieron conocido entre estudiantes y profesores, al punto que fue solicitada su participación en diferentes programas. Trabajó para la creación de la Extensión Universitaria, para una escuela de la FEUCE en Palugillo y en las zonas rurales de Malchinguí y Quiroga, así como en las marginadas zonas urbanas de las Comunas de las Casas y Bellavista y fue no solamente el inspirador sino también su más sacrificado trabajador, según frases de su amigo Gonzalo Ortiz Crespo.

Entre 1966 y el 68 formó parte del Instituto Ecuatoriano de Desarrollo Social, INEDES, que en el 69 lanzó como ensayo de diagnóstico de la realidad ecuatoriana la obra Dos mundos superpuestos.

En 1971 se graduó de Economista con la tesis “La dependencia, el imperialismo y las empresas transnacionales”, texto que aún se utiliza en la U. Católica y comenzó a dictar Sociología en las Facultades de Economía y Sociología de dicha Universidad con enorme éxito, dadas sus buenas disposiciones. Ese año contrajo matrimonio con Rosa María Torres Castillo y al siguiente nació su único hijo Juan Fernando Velasco Torres, pero terminaron separándose.

Posteriormente trabajó para el Fondo de Desarrollo Urbano, FODERUMA, y en cumplimiento de una misión a Santo Domingo encontró la muerte en un accidente de tránsito, perdiendo el país a uno de sus más prometedores líderes comunitarios y escritores de avanzada social.

Sus amigos formarían años después la Editorial El Conejo, llamada así en su memoria.

Este es Fernando Velasco un gran hombre que no se conformó con la sociedad tal como estaba estructurada y decidió contribuir en el cambio desde las ciencias sociales.

Ahora será este parque el que lo sienta a través de todos los que lo usen maestros y estudiantes que trajinarán en este espacio.

El nos ha enseñado a todos y todas que no debemos perder jamás la capacidad de indignación frente a lo injusto, que debemos de ser trasgresores con el sistema, que debemos dejar de acomodarnos a él, olvidándonos que debemos ser transformadores.

Nos enseñó que debemos ser capaces de transformar nuestra vida primero, para así trasformar la vida de los y las demás. Si no somos capaces de transformar nuestra propia vida no seremos capaces de transformar la vida de los demás, de la ciudad de, del país y del continente, porque podemos tener el mejor presidente del mundo, el mejor alcalde del mundo, las mejores autoridades del mundo, pero si no somos las mejores personas del mundo, no cambiará absolutamente nada. En nuestras manos están los cambios, ese es nuestro reto asumámoslo.

Margarita Carranco Obando
Vicelcaldesa de Quito

  1. La Democracia Cristiana Universitaria se convirtió en el FRU, Frente Revolucionario Universitario, y luego en el MTU, Movimiento de Transformación Universitaria.

martes, 6 de noviembre de 2007

Llamado a participar y enriquecer esta bitácora

Queridos todos,
Espero que esta bitácora (está super apropiado el término, en vez de la palabra creada en esta nueva lengua del internet: blog*) cumpla con las espectativas –iniciales– de quienes lo propusimos la semana anterior... Y digo “iniciales” porque todavía está en construcción (bueee..., la idea de una bitácora es que siempre está en construcción), porque quiero agregarle una serie de “ananayes”, pero he preferido ponerlo ya en línea para motivar la participación inmediata, aprovechando los ecos del acto del nombramiento del parque de al lado de la FLACSO el martes 30 de octubre, de al menos algunitos de los que estuvieron ahí y, al mismo tiempo, cumplir con lo que me comprometiera ese día
Espero, por ejemplo, que alguien “cuelgue” al menos una de esas bellas fotos del Conejo que lo retratan perfectamente.
Las herramientas del programa (Blogger) para participar en esta bitácora son muy sencillas, sin embargo, si tienen problemas técnicos no duden en comuncarse conmigo.
¡Hay mucho por hacer! Así que, ¡Adelante!
Abrazos

Quinche

* Según la Wikipedia, Blog es un sitio web periódicamente actualizado que recopila cronológicamente textos o artículos de uno o varios autores, apareciendo primero el más reciente, donde el autor conserva siempre la libertad de dejar publicado lo que crea pertinente. El término blog proviene de las palabras web y log ('log' en inglés = diario).

Mensaje de Cecilia Viteri

De: Cecilia Viteri
Enviado el: mar 07/10/30 5:02
Asunto: RE: dos textos sobre el Conejo

Hola Santiago: Gracias por los documentos. Justamente esaba pensando en que seria muy bueno tener los textos de hoy dia. Si no es mucho pedir ojala puedas conseguir el escrito de Margarita Carranco y nos envies.

Fue un acto muy emotivo por el recuerdo del Conejo y por el reencuentro con muchos queridos compañeros y conpañeras. Mi profundo reconocimiento a ti y a quienes organizaron este sentido homenaje.

Un fuerte abrazo,

Cecilia

Mensaje de Santiago Ortiz

De: Santiago Ortiz
Enviado el: mar 07/10/30 9:38
Asunto: dos textos sobre el Conejo

Compas:
En este día muy significativo para todos nosotros comparto dos reflexiones sobre el Conejo. Aquí van un extracto de la introducción que hizo el Alejandro [Moreano] para el libro Ecuador: subdesarrollo y dependencia, y el discurso de la mamá, Blanca Margarita Abad de Velasco, en el acto del día de hoy.

Santiago


EL PENSAMIENTO Y LA ACCIÓN POLITICA DE FERNANDO VELASCO

Por Alejandro Moreano

Una de las características más sorprendentes del pensamiento y el estilo de Fernando Velasco es su claridad y sencillez; su transparencia. Y es que esa transparencia es expresión de otra, mucho más profunda y significativa: aquella que dice relación con la correspondencia inmediata y directa de su pensamiento con el movimiento general de la sociedad ecuatoriana.

En efecto, en el desarrollo de su pensamiento, en las condensaciones, virajes y desplazamientos del mismo, se puede leer de manera casi inmediata las vicisitudes del desarrollo político de las fuerzas sociales más avanzadas del Ecuador contemporáneo. Nadie como él para constituir un pensamiento tan extremadamente sensible a la vida. De allí que en los movimientos de su pensamiento y acción política se manifiesten de manera transparente las relaciones de fuerza de la sociedad ecuatoriana, en los terrenos social, político, ideológico.

Procedente de las filas del humanismo cristiano, una de las vertientes de pensamiento revolucionario de América latina, Fernando Velasco atravesó diferentes fases y distintas concepciones: del humanismo al materialismo, de las ideas democristianas al socialismo revolucionario, de las tesis de la CEPAL al análisis marxista de las estructuras del capitalismo dependiente, de las capas medias progresistas a la praxis revolucionaria de los trabajadores.

Por supuesto, ese periplo de Fernando Velasco no fue un mero producto de su voluntad política, honestidad personal y sed insaciable de conocimientos. Fue la expresión, mediada por esas grandes capacidades, del desarrollo objetivo de la lucha de clases. América Latina, a partir de la revolución cubana, y en menos de 20 años, atravesó y superó vertiginosamente épocas enteras del desarrollo político de la humanidad. De las mil y una noches a las corrientes de vanguardia, de la edad de piedra a la era atómica, América cantó al unísono los sones precolombinos, los cantos gregorianos, la Marsellesa y la Internacional. En el espacio de casi 30 años que vivió Fernando Velasco, América Latina unificó la revolución francesa y la bolchevique, la formación auténtica de la nación y el internacionalismo militante de la clase obrera. Desarrollo desigual y combinado, amalgama de épocas distintas, sucesivas y simultáneas a la vez; mosaico, jeroglífico y rompecabezas: el movimiento real de la sociedad latinoamericana fue un motor extremadamente rico y múltiple para el desarrollo de un pensamiento político lleno de mutaciones y virajes, pero vivo y germinal.

En la subjetividad de Fernando Velasco, ese proceso se manifestó en su descubrimiento progresivo del marxismo y la radicalización creciente de su compromiso político.

El origen y el desarrollo del pensamiento y la praxis de Fernando Velasco se sitúan, precisamente, en la fase de transición de las corrientes ideológicas revolucionarias no marxistas al período de la lenta producción del pensamiento marxista. En efecto, entre 1968 y 1973, el pensamiento de Fernando Velasco estuvo dominado por las corrientes cepalinas y la Teoría de la Dependencia en el nivel económico; las tesis radicales de la Democracia Cristiana en el terreno político; y el humanismo cristiano de la CELAM, y de la Declaración de Medellín de la Iglesia Católica en el plano ideológico.

Educado en el seno de la ideología católica, Fernando Velasco siguió la línea evolutiva de los grupos cristianos conmovidos por la crisis del viejo aparato conservador de la Iglesia, los vientos renovadores del papado de Juan XXIII, el Concilio Ecuménico Vaticano, y el surgimiento de corrientes progresistas y aún revolucionarias en el seno de la Iglesia. Junto a ellos participó en acciones sociales en el pueblo, bajo la guía de las tesis de la pedagogía de la Liberación de Paulo Freire, y organizó el “secuestro” del párroco progresista de la iglesia Iñaquito de apellido Camarata para impedir su traslado a España. De hecho, sus primeros pasos en la comprensión política del mundo, tenía que darlo en el seno de la atmósfera ideológica en la cual se había formado.

Tal fue una de las razones fundamentales de que en la década del 70 hayan surgido nuevas fuerzas revolucionarias –que tuvieron en Fernando Velasco uno de los principales organizadores y dirigentes– sin continuidad alguna con los movimientos de los 60. Nuevas fuerzas, producto del ingreso de la clase obrera a la escena social en medio de un auge significativo del movimiento de masas, especialmente campesinas, y de un movimiento ideológico peculiar, sin conexión con el pensamiento de los Frentes de Liberación Nacional y que tuvo su origen más bien en las concepciones y en la práctica de los círculos cristianos revolucionarios y en la llamada vertiente de izquierda de la Teoría de la Dependencia.

Desde 1973-74, hasta su trágica muerte el 9 de septiembre de 1978, la vida de Fernando Velasco estuvo totalmente ligada a tres procesos fundamentales, cuya unidad fue el motor de la izquierda ecuatoriana: el fortalecimiento de la unidad y lucha de las tres grandes Centrales Sindicales nacionales, especialmente la CEDOC, el desarrollo del pensamiento marxista cuyo objeto central es la lucha de clases del actual Ecuador; y, como expresión aún débil e incompleta de un proceso de fusión también débil e incompleto de los dos procesos anteriores, la formación de un nuevo movimiento revolucionario, el MRT, y la unidad del conjunto de la Izquierda.

Su compromiso con la lucha sindical y política de los trabajadores es, sin duda, el eje central de la vida de Fernando Velasco y el motor del desarrollo de su pensamiento. En sus funciones de dirección de la CEDOC y de organización y dirección del MRT (Movimiento Revolucionario de los Trabajadores) jugó un papel importante en la orientación de la lucha general de los trabajadores ecuatorianos.

Forjado en el compromiso militante con la lucha gremial de los trabajadores, Fernando Velasco sintió la necesidad de trabajar denodadamente por crear las condiciones para la construcción de la organización política de la lucha obrera y popular.

Esta comprensión permitió a Fernando Velasco iniciar el segundo gran viraje en su práctica y en su pensamiento. Si en 1972-73 se desplazó de la acción social de los grupos cristianos bajo una concepción demócrata cristiana a la participación en la lucha directa de los trabajadores, en 1975-76 se desplazó a la acción política revolucionaria conciente: el activista sindical devenía en militante revolucionario.

La producción intelectual de Fernando Velasco cubre una variedad de gamas: el carácter de la formación social ecuatoriana y de su historia, el problema del imperialismo y la lucha nacional, las transformaciones agrarias y el movimiento campesino, la formación de un sindicalismo clasista y revolucionario, la relación entre la vanguardia política y los sindicatos, la educación ideológica y política de las masas, problemas de la táctica y la estrategia. Es decir, los principales problemas teóricos y políticos, cuya correcta comprensión es fundamental para la organización y dirección del proceso revolucionario.

En el libro Ecuador: subdesarrollo y dependencia, en el capítulo “La estructura económica de la Real Audiencia de Quito” del libro Ecuador, pasado y presente, Fernando Velasco enfrenta el problema del carácter de la formación social ecuatoriana y de su historia. Difícil y complejo problema que ha suscitado un amplio movimiento teórico e investigativo en las décadas del sesenta y setenta y en el cual participaron múltiples intelectuales. En el momento en que dichos textos fueron escritos, predominaba en el pensamiento social latinoamericano y ecuatoriano, la corriente denominada Teoría de la Dependencia.

El análisis del problema agrario, formulado en su libro Reforma agraria y movimiento campesino indígena de la Sierra es, sin duda, el mejor aporte de Fernando Velasco al pensamiento marxista ecuatoriano y el mejor estudio político sobre el tema. Respecto a los anteriores escritos varios años antes, constituye la expresión del desarrollo del pensamiento de Fernando Velasco en correspondencia con el desarrollo de la lucha social.

Otros estudios sobre las transformaciones agrarias de las dos últimas décadas, especialmente los de Andrés Guerrero, han demostrado con rigor científico el carácter general del proceso y las principales determinaciones económicas del mismo. Pero el libro de Fernando Velasco eleva esos análisis al plano político, los desarrolla en la comprensión de la lucha de clases gestada en el curso de la llamada reforma agraria, y descubre lo que es consubstancial al pensamiento leninista: la estrategia y la táctica de las diversas clases y sus representantes políticos.

Fernando Velasco murió, a los 29 años, cuando se encontraba en plena actividad teórica y práctica para enfrentar y resolver esos problemas planteados por la vida. Pero dejó señalados los lineamientos básicos: lucha independiente, progresiva hegemonía del proletariado y semiproletariado rurales, amplio frente que articule la lucha por la democracia, la tierra, el poder y el socialismo.

En diferentes artículos y textos, en sus libros sobre la economía ecuatoriana, en una conferencia suya publicada con el título “La dependencia, el imperialismo y las empresas transnacionales”, Fernando Velasco plantea con toda seriedad y en toda su profundidad el problema nacional del Ecuador como país dependiente dominado por el imperialismo. Le interesa particularmente analizar las nuevas características de esa dominación: el control directo de los procesos productivos fundamentales por el gran capital financiero internacional, el desplazamiento de las inversiones del sector primario-exportador a la producción industrial. Esa reorientación tiene una importancia política fundamental, pues implica que el imperialismo ha dejado de estructurar una alianza con las fuerzas precapitalistas, para entrabar el desarrollo del capitalismo en las formaciones sociales dependientes deviniendo, por el contrario, uno de los motores del peculiar desarrollo del mismo.

En esas condiciones, la lucha por la soberanía nacional adquiere un sentido y perspectiva distintos. El imperialismo no constituye una estructura de opresión externa, sino un proceso permanentemente internalizado en todos los órdenes de la vida de nuestros países. La llamada “burguesía nacional” no tiene pues, una base material de existencia, menos aún de desarrollo. La lucha antiimperialista no tiene otros protagonistas que el proletariado, el campesinado, los sectores semiproletarios y las capas medias progresistas; y, se encuentra objetivamente ligado a la lucha contra la opresión del capital. Por otra parte, Fernando Velasco analiza las nuevas formas orgánicas y jurídicas asumidas por el capitalismo mundial: la empresa transnacional.

Es decir, para Velasco, la organización revolucionaria es un complejo y múltiple proceso histórico, reivindicativo, político, ideológico, teórico, cuyo eje vertebrador es la existencia y la praxis material de los trabajadores. Sin duda, el problema es mucho más complejo de lo que hemos señalado y Fernando Velasco alcanzó a escribir y reflexionar. Empero, sus tesis mantienen gran validez en los momentos actuales.

Y, precisamente porque Fernando Velasco concibió a la dirección revolucionaria como un complejo proceso histórico, no redujo jamás su dimensión a las estructuras orgánicas formales de las actuales agrupaciones de la Izquierda. Más aún, consideraba que esa dirección revolucionaria es aún una empresa futura a estructurarse en los momentos de crisis revolucionaria y que en la actualidad asume la dialéctica viva de la unidad contradictoria del conjunto de la Izquierda ecuatoriana. De allí, su participación decidida en esa unidad, en el seno de la cual la crítica y la autocrítica constituyen, según él, los elementos fundamentales de su desarrollo interno.

La ideología tecnocrática como atmósfera valorativa de la producción teórica, prácticamente domina el escenario de las ciencias sociales. Frente a esta situación, el ejemplo de Fernando Velasco es altamente significativo. Dotado de una formación intelectual más bien burguesa y tecnocrática, objeto de tentaciones por los dueños del poder, Fernando Velasco supo avanzar y establecer claramente su compromiso, abierto, público, directo y práctico con los trabajadores y la acción revolucionaria. Más aún, para Fernando Velasco, el único criterio de verdad fue la eficacia política, la capacidad del pensamiento para elevarse a la formulación de una estrategia y una táctica de lucha por el poder revolucionario.

En medio de las luchas más limitadas y estrechas, de las fases de reflujo del movimiento obrero y popular, Fernando Velasco supo insistir en la necesidad de la concentración teórica y política, del fortalecimiento de la unidad ideológica, de la independencia política histórica, de la tenaz conservación de los objetivos estratégicos, del sueño revolucionario.
Fernando Velasco fue un ejemplo de intelectual revolucionario.

(Tomado y adaptado del Prólogo del libro de F. Velasco: Ecuador: subdesarrollo y dependencia, 15 de febrero de 1981).


DISCURSO DE BLANCA MARGARITA ABAD DE VELASCO

SEÑORA REPRESENTANTE DEL ALCALDE DEL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO
SEÑOR DIRECTOR DE LA FLACSO
DISTINGUIDAS DAMAS Y CABALLEROS

En esta plaza hoy, nos rodea una grandiosa armonía de estructuras bien meditadas y de construcciones bien hechas. Sin embargo, esta belleza estructural no es suficiente cuando se trata de incidir en el mejoramiento de la vida de los colectivos.

No hay duda que lo que más importa en los seres humanos es su unidad interior: la lealtad de su obra a su pensamiento. La adhesión de sus actos a sus principios. En la comprensión del bien como acción para los demás y de la verdad, está la fusión de la virtud con la belleza.

Un ser tan humano invariablemente, tan humano, en el concepto como en la acción, es una garantía de calidad. El verdadero valor científico de una disciplina como las ciencias sociales la apreciamos no solo cuando enriquece con substanciales acervos los anaqueles de las bibliotecas, sino cuando su reflexión orienta la acción. Lo valioso es que ellas, las ciencias sociales, influyan con extraordinaria vehemencia en la vida práctica de los pueblos.

Como madre y educadora, formé a mis hijos y a todas mis estudiantes bajo estos preceptos. Es posible que por ello, hoy, luego de 30 años de su muerte, Fernando, pueda convocar todavía a toda una generación de cientistas sociales y a gente que se convirtió, desde cada uno de sus espacios de trabajo, en promotores a favor de este país.

.-.-.-.

Un aniversario es siempre una cita con el destino. Es mi deseo que la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, que hoy festeja sus 50 años, sea siempre una fuerza libre regida por las leyes de la verdad. Que sea siempre una fuerza auténtica. Que sea siempre una fuerza pura, defensora sin reticencias de la libertad y de la dignidad: QUE SEA EL LUGAR DE LA FORMACIÒN DE CONCIENCIAS RECTAS Y DE ESPÍRITUS IMPARCIALES.

.-.-.

Traigo para vosotros un agradecimiento cordial de mi familia. Este acto es un estímulo generoso para todos nosotros. Con emoción manifestamos nuestra inmensa gratitud al Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, a la Comunidad Académica de FLACSO en la figura de Adrián Bonilla Soria y a todos y cada uno de ustedes, a los amigos entrañables de mi hijo, a sus compañeros de militancia, y a todo el público que hoy nos acompaña.

Gracias, por el gran honor que nos han otorgado.
Reiteradas gracias.

Por qué un blog sobre el Conejo Velasco y el MRT

El martes 30 de octubre, por iniciativa del Municipio de Quito y del Comité Académico de Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, se realizó un acto para nombrar a la plaza que queda junto al edificio de esta institución (en Quito, en la calle Pradera a pocos metros de la Diego de Almagro), con el nombre de Fernando Velasco Abad, nuestro querido "Conejo".

En esta actividad, que se hizo en el marco del Congreso de Ciencias Sociales, organizado por los 50 años de la FLACSO, nos dimos cita un montón de gente –la que llegó a saber básicamente a través del correo electrónico– que conoció al Conejo en su rica pero corta vida: su familia, gente del Frente Universitario de la Católica, dirigentes campesinos e indígenas de la entonces CEDOC y FENOC, amigos de la URT, intelectuales, militantes del MRT...

Recordar al Conejo, reencontrarnos con tantos después de tanto tiempo, volvernos a mirar, significó en muchos de nosotros una oportunidad para hacer evaluaciones y análisis, reconocernos como gente especial, y yo diría que en todos –incluso en los más "duros"–, tener nudos en la garganta... y, claro, también sentirnos viejos (¡quién creyera que han pasado ya casi 30 años desde la partida del Fernando Velasco!).

Por eso, después de las formalidades del acto –que constó de tres discursos: el del dueño de casa, Adrián Bonilla, director de FLACSO, el de Blanca Margarita Abad de Velasco, la mamá, y el de la concejala Margarita Carranco, por el Municipio de Quito–, y de que se develizara la placa con el nombre del Conejo, algunos de nosotros nos dimos un tiempo para que fluyera la emoción y nos sentamos en ronda en el cesped del parque Fernando Velasco con ganas de estar un ratito más juntos, de oírnos, de hablar...

Así surgió la idea de tener este blog como un espacio para recuperar la memoria colectiva, para reflexionar sobre el papel del Fernando Velasco y el MRT en lo que fue la lucha política y social de los años 70, para rescatar y socializar los escritos del Conejo, y la rica producción intelectual, gráfica, editorial, pedagógica, organizativa del MRT.

La idea del blog, entonces, es tener una herramienta que nos sirva para sistematizar y documentar la experiencia de la militancia política en el Movimiento Revolucionario de los Trabajadores y lo que fue el compromiso político de ese colectivo. Pero, sobre todo, como se dijo ese día, el tener un espacio para recuperar la experiencia vital de un grupo de gentes con sueños, ideales y convicciones, y evidenciar también desde lo sensible su compromiso humano.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Antecedentes de este blog

Convocatoria de Santiago Ortiz a acto Flacso

De: Santiago Ortiz
Fecha: juev. 18 octu, 2007 7:49:12
Asunto: RE: Noticias


Compas del frente universitario de la PUCE, la URT y el MRT

Estamos en el inicio del cambio en el planeta, el país, la ciudad y el espacio académico. En ese tiempo hace treinta años cambiábamos de la era de Piscis a la era de Aquario.

El C. Académico de Flacso ha decidido nombrar a la plazoleta de Flacso con el nombre del Conejo, en el marco del Congreso de Ciencias Sociales donde se reunirá gente de toda A. L.

La primera vez que le conocí al Conejo iba con su Falcón blanco recorriendo las calles del centro histórico hasta llegar al Panecillo:

Oh Pachacamac Señor del Universo, tú que no eres hembra ni varón…

El Conejo era mi hermano mayor, era el pensador inquieto del tema agrario que junto a Fausto Jordán llegó a acompañarme en Paluguillo cuando hice ahí extensión universitaria en el 67. Con él aprendí a labrar la tierra (¿?), escuchar los Beatles, leer a Quijano, imprimir el primer texto de Paulo Freire de alfabetización y la primera reunión política que tuvimos en Santa Cruz con Monseñor Proaño.

Un mimeógrafo manual, de matrices perforadas, con una noche de licor, para imprimir a San Paulo – Antonio Gramsci de América.

Y cuando tenía dudas iba a su casa o nos reunimos en la cantina o el café de la 10 de Agosto y Colón, cada vez que tenía una crisis existencial.

Una cosa que aprendí del Conejo es que la inteligencia no va acompañada de la arrogancia, y que sí puede ir del fútbol, porque con el Conejo de puntero izquierdo siempre ganábamos.

Y cuando peleábamos con Mons. Orellana, de la PUCE, ahí estaba para presentar la voz de los economistas en la tienda del Frente de Izquierda Universitario.

Con el Conejo pasamos

- de los Beatles
- a Mercedes Sosa
- del movimiento de izquierda de la Católica
- a secuestrar a Camarata
- al URT
- a sacar a la DC del movimiento obrero y campesino
- y de allí al MRT

Y allí se nos murió el Conejo es un viraje de un jeep en el recorrido a Sto. Domingo. Todo por los campesinos, por el Juan Manuel, por el Lázaro…

La muerte... Nuestro primero muerto joven, nuestro primer cadáver colectivo,

En la flor de la primavera.

Para que nunca nos olvidemos, que la trascendencia no existe, si no se muere joven.

Porque al fin, del único que se acordará la historia será del Conejo.

Por ello, acompañando a toda la Flacso, y los amigos, y los hermanos y hermanas ese día, ahora cuando hace treinta años se murió el Conejo, les esperamos el 30 a las 10 de la mañana en Flacso.

Santiago, el dinámico


Mensaje de
María Arboleda en respuesta a la convocatoria

De: María Arboleda
Fecha: vier. 19 octu, 2007 11:25:14
Asunto: Re: Noticias

Hola Santiago, Dinámico que has permanecido como tal.

No puedo evitar compartir con quienes hemos sido aludidos en tu mensaje que me he emocionado profundamente al recibirlo, yo que pensaba que este tema ya no me conmovía... ¿será otro de los "milagros" que Kintto Lucas atribuye a San Correa?

Dejando a un lado las bromas, creo que no.

Creo que la vida nos ha estado volviendo a borbotones y a oleadas en este proceso de más de diez años de botar presidentes, repudiar el TLC y la base de Manta, acercarnos a nuestros hermanos negados, los indios, las mujeres, los homosexuales, etc., y convertirnos en forajidos anhelantes de dejar de serlo para pasar al estatuto de seres organizados y con razones políticas colectivamente levantadas.

Lo cierto es que en medio de los borbotones y las oleadas, también cada uno/a de nosotros ha estado volviendo pero ya no los mismos/as, ¿verdad? Mientras unos/as somos académic@s, otros somos ministr@s o casi o super, y algunit@s seguimos de a pie llenos de dudas aireadas al viento y certezas aún más aireadas pero menos redituadas por el sistema (el viejo y el nuevo que avanza a nacer —ojalá—).

En este "marco", siempre recortado o sesgado como cualquier marco que se respete, ¿qué me dice el Fernando?

Me habla en tonos, respiros y fumadas pero lo más importante que manda es que recordemos en este momento su deseo (convertido en capacidad) para integrarnos a todos y hacernos pensar que no éramos nosotros los invitados sino los anfitriones. Algo que se ha perdido tanto que la tónica parece ser la zancadilla, ponerte afuera, declararte “hijo de p...” a la primera de bastos, sobre todo por pensar algo distinto, incluso cuando se comparte la misma vereda.

Esta generosa capacidad de convocatoria del Conejo, que lo convertía en eje, es uno de sus talentos y dones que hace que —por encima de cualquier discrepancia que alguno de nosotros haya construido con él— lo añoremos como constructor de lo que no pudo alcanzar a ser: un puntal de una organización de transformación social. Y me temo que si digo que, ido Fernando, el fiel de la balanza dejó de pesar la unidad para pasar a pesar las diferencias, para exacerbar los pequeños poderes en disputa, ¡puta!... me temo que algunos quieran decir que estoy del todo equivocada. No importa. Que se diga. Lo que importa es que ¡estoy!

Añado a todo lo que reseñaste, que Fernando con su enfoque tan persistente en la política fue quien me introdujo en los clásicos históricos posteriores a Marx, a mí que me había dedicado a leer a Marx y a los clásicos “originales” y que había dado el salto a los modernos, sobretodo a los franceses, gracias a una desviación academicista.

Y es que el aula era para Fernando una oportunidad más para enseñarnos a pensar políticamente, no a sacar buenas notas que también era eso, sino el cultivo de una disciplina, la del pensamiento reflexivo enfocado a la acción política, pues su fiel era el de la transformación. Leer Betelheim era adentrarse en los problemas de la planificación socialista y en esos piélagos imaginados de la Cuba del segundo Fidel y la China del Mao que ya no existe, el Mao que integró la antigua filosofía china generatriz y dialéctica (yin y yang) a la dialéctica marxista (4 tesis), la resistencia antimperialista en alianza con el Kuo Min Tang y la captura del poder desde los campos. Leer Samir Amín era volver a América latina. Leer a Fanon era viajar a algunas zonas de Africa. Leer a los teóricos de la dependencia era avanzar a discutir el programa. Leer a Marcuse y Angela Davis era además una vuelta al interior de nosotros mismos, lo que tenemos de negros, mujeres, gays y aprisionados dentro de cada cual. Y no hablemos de Lenin, Kautsky, Trotsky que siempre nos traían a Rusia y Alemania pero envueltos en papel América, de México a Ecuador pasando por el Chile de Allende. Todo ello mezclado en la construcción de aquella organización que intentamos. Los cuadernos sobre el sandinismo fueron ya parte de esto.

Fernando sabía tomarse un café contigo como amigo y debatir —algo que también resulta sumamente importante ahora cuando hemos vuelto común la práctica de penalizar o burlanos de quienes piensan diferente, es decir no respetar su pensamiento ni su derecho— apenas alcanzo a expresar la importancia de este comportamiento/principio profesado por el Conejo...

Y sabía, como bien lo dices, romper las importancias falsas y los conflictos errados... por ejemplo con aquella batalla de almohadazos que él mismo comenzó y que siempre recuerdo.

En fin, que se me queda mucho en el tintero sobre el Conejo, y como dijeron algunos compas de otra lista, que éste sea un inicio quizá para recoger los pasos, las ideas, las risas, las bromas, las iniciativas sociales, políoticas, académicas... del Conejo porque de seguro, cumpliendo de nuevo su papel de anfitirón, ahí estaremos convocados.

Recuerdo la hermosa y tan divertida reunión que organizaron Queñú, Carmen, Quinche, entre otras, para ex mrtianos y siempre he pensado que las añoranzas piden —exigen— un esfuerzo más sostenido por nuestra parte para recuperar las memorias, aspirando a que quizá en ello recuperemos parte de nuestras propias historias y sin afán de ninguna trascendencia sino del encuentro de nuestras diversas humanidades.

Un abrazo grande grande a ti y a todos/as,

María